En la década de 1960, la ciudad de Almería sufre una transformación urbana fruto del desarrollismo económico liberal impulsado, en parte, por la actividad inmobiliaria privada que empieza a sustituir al Estado en la construcción de la ciudad. El centro histórico, a los pies de la Alcazaba y presidido por la Catedral, no se libra de la especulación, y el paisaje urbano tradicional formado por casas unifamiliares de cubierta plana empieza a ser sustituido por altos edificios cuya rentabilidad era un requisito previo e ineludible.
El 'Edificio Parque' (1967-1970), obra de los arquitectos Antonio Vázquez de Castro (Madrid, 1929), José Luis Íñiguez de Onzoño Angulo (Bilbao, 1927) y Manuel Sierra Nava (Madrid, 1923-2007) y situado en la primera línea frente al puerto, ocupa la manzana en esquina comprendía entre el Parque de José Antonio y la calle Queipo de Llano —hoy Parque Nicolás Salmerón y calle de la Reina.
En el ante-proyecto (1967) el conjunto estaba formado por 4 bloques dispuestos en 4 parcelas cuya superficie total se medía en 2.892 m2 y donde se proyectaban 46 viviendas y 62 apartamentos, aunque finalmente sólo se construyó en la parcela de la esquina: un bloque con sus dos fachadas principales mirando al sur y a levante, y abierto a un patio a poniente, con dos pequeñas medianeras que le ponían en contacto con la trama urbana. Este bloque estaba formado por una planta baja a modo de pódium que ocupaba toda parcela y estaba destinada a locales comerciales y garaje cuyo acceso se realiza por el Parque. Desde la Calle Queipo de Llano —elevada 3,90 sobre el Parque— se produce el acceso a una torre casi exenta, de 10 niveles y un ático, retranqueada 9,20 m, cuyo soportal estaba ocupado por locales comerciales y, sobre él, desde la 2ª hasta la 8ª planta se distribuyen 14 viviendas —dos por nivel— de 4 dormitorios y en las dos últimas plantas, 12 apartamentos de 1 dormitorio; además de un ático para la maquinaria del ascensor y la vivienda del portero.
El perímetro exterior de la torre se duplica formado por: un cerramiento interior formado por ladrillo y vidrio, un cerramiento exterior formado por persianas de librillo, y unos espacios intermedios, cubiertos pero ventilados y herederos de la tradición mediterránea, donde se sitúan las grandes terrazas del estar comedor además de otras menores vinculadas a los dormitorios. La estructura se dispone retranqueada, quedando la fachada formada por grandes bandas horizontales: la de las persianas de librillo intercalada con otra de piedra caliza local.
El 'Edificio Parque' sigue todavía seduciendo a quien se acerca a la ciudad de Almería desde la carretera de Málaga. Su volumen nítido, a los pies de la Alcazaba, esconde la contradicción que toda torre moderna soporta: por un lado se apodera del paisaje imponiéndose y, por otro, sirve de atalaya para que el hombre, desde arriba, disfrute de ese paisaje urbano, del Puerto de Almería y del mar Mediterráneo.
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