C. Elmhadi, Z. Es Sbai, M. Reda Khmamouche, M. Toreis, R. Tanz, H. Errihani, M. Ichou
La aparición de carcinomatosis meníngea en el cáncer de mama es un suceso cada vez más comunicado en la bibliografía. Parece relacionarse con el alargamiento de la vida de las pacientes, la mejor sensibilidad al diagnóstico por imagen y la impermeabilidad de la barrera hematoencefálica a los agentes quimioterápicos. Es una forma evolutiva que afirma la invasión metastásica del espacio subaracnoideo y se correlaciona con una supervivencia limitada. El diagnóstico es difícil, debido a la inespecificidad de los signos clínicos dominados por cefaleas, trastornos cognitivos, y posibles síntomas y signos de lesiones focales progresivas. La resonancia magnética del cerebro y de la médula espinal interpretada por un especialista en neurooncología es el examen de elección en esta indicación, en búsqueda de un incremento en la captación meníngea. El análisis biológico del líquido cefalorraquídeo es un elemento esencial en el diagnóstico. Además del estudio bioquímico, la presencia de células neoplásicas es por sí sola suficiente para confirmar el diagnóstico. El número de falsos negativos es muy común y representa un gran problema diagnóstico que requiere una repetición de las punciones lumbares. Los métodos terapéuticos son estándares, a menudo invasivos, dominados por la quimioterapia intratecal y se basan sobre una evidencia científica de bajo nivel. Se analiza la epidemiología, los factores pronósticos, las herramientas diagnósticas, los tratamientos disponibles en la actualidad y las posibles terapias futuras de la carcinomatosis meníngea en el cáncer de mama.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados