En los últimos años todos los países de América Latina han adoptado políticas para promover de manera acelerada cultivos energéticos para la producción de agrocombustibles (Bravo, 2006). Estas nuevas fuentes de energía son promovidas con el argumento de que a través de ellas, los países importadores de derivados de petróleo pueden alcanzar su soberanía energética, que son una solución para el cambio climático y una respuesta a la crisis del agro que viven muchos países del Tercer Mundo.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados