A pesar de que la psicopatía es uno de los cuadros sintomáticos más ampliamente estudiados, todavía existen confusiones y dudas entre los profesionales (y mucho más entre los profanos) de si es lo mismo, o no, que la sociopatía o el trastorno de personalidad antisocial. En lo que sí están de acuerdo la mayoría de los investigadores es que la psicopatía tiene raíces biológicas y en que no se observa deterioro de la inteligencia ni en la capacidad de analizar teóricamente las distintas situaciones. La Psycopathic Checklist-R de Robert Hare permite discriminar a los psicópatas adaptados de los que cuentan con historia antisocial y de la personalidad antisocial. El que haya profesionales psicópatas socialmente aceptados e incluso altamente valorados, es lo que lleva a algunos autores a considerar que la psicopatía adaptada puede ser beneficiosa y aprovechable a nivel social; para otros no hay nada aprovechable.
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