Entre el año 800 y el 1170, durante los más de tres siglos y medio que duró la denominada "época o era vikinga", Escandinavia ejerció una mezcla de influencia y miedo en diversos lugares del mundo conocido. A lo largo del siglo IX, las pequeñas monarquías en que estaban divididas las lejanas y frías tierras del norte quedaron unificadas en tres reinos: Suecia, Noruega y Dinamarca. Fue un tiempo de conquistas, saqueos, migraciones y colonización, pero también un periodo clave para Europa en el que surgieron las primeras grandes ciudades que conocemos como tales y en el que se desarrollaron extensas redes comerciales y numerosas vías de comunicación, marítimas, terrestres o fluviales.
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