No falta mucho para que los robots formen parte de nuestra vida cotidiana. Pronto, se convertirán en compañeros articulados que prestarán todo tipo de servicios, desde formación hasta la comunicación, pasando por compañía y cuidado. Así, ayudarán a conservar la independencia de las personas mayores. La era de la interacción entre humanos y robots ha comenzado y está cambiando nuestra forma de entender el envejecimiento
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