Ignacio Cerrada Gonzalo, María Diz Rodríguez
En el año 2009 la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Xunta de Galicia se propone dar cumplimiento al mandato legal y delimitar los Caminos de Santiago, comenzando por la ruta principal, el Camino Francés, reconocido en 1993 Patrimonio de la Humanidad. Un reto con un doble objetivo: definir una senda continua practicable para el peregrino, que se identifique lo más posible con la ruta histórica reconocida documentalmente, y concretar el ámbito del bien cultural, con su entorno de protección a fin de posibilitar la redacción del Plan especial de protección previsto en la Ley 3/1996 de los Caminos de Santiago. Esa meta se logra culminar dos años más tarde con la aprobación del Decreto 247/2012, por el que se resuelve la delimitación del último tramo del Camino Francés en el ayuntamiento de Santiago. En el artículo se expone el recorrido hasta conseguirlo con un método que después se ha extrapolado con buenos resultados a las otras rutas -, y unas consideraciones finales sobre los otros retos que se plantean, pues la delimitación del Camino sólo constituye el primer paso para su eficaz protección.
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