Cecilia Ribalaygua Batalla, David Cabrera Manzano
Los espacios libres universitarios juegan un papel clave en el renovado concepto de Campus como lugar de aprendizaje, donde el conocimiento sale del aula y está presente en todos los ámbitos de la vida académica, tanto en aquellos formales como en los informales. Este concepto de «campus integral» o «didáctico», funcional y morfológicamente integrado en la ciudad, requiere de la planificación de sus espacios sociales para adecuarse a estos objetivos. Se trata de una reactivación de la vida en el campus influida por procesos similares a los que ocurren en la ciudad. El reclamo de un espacio público flexible para la cultura y el aprendizaje no sucede exclusivamente en los ámbitos universitarios, pero es uno de los lugares donde más sentido tiene que se produzca y se incentive. La consolidación de los nuevos modelos universitarios pasa por una definición acertada del espacio libre en tres escalas: la urbana (a través de sus itinerarios); la de barrio (en torno a la plaza universitaria); y la más íntima (la de los micro-espacios sociales de aprendizaje). Este artículo aborda el aná- lisis de diferentes tendencias en estas tres escalas, para aprender de sus aciertos y sus dificultades en la consolidación de un modelo de campus de aprendizaje integral.
Open university spaces play a key role in the renewed concept of a campus as a place of learning, where knowledge exits the classroom and is present in every area of academic life, both formal and informal. This concept of an “integrated campus” or “didactic campus” that is functionally and structurally integrated into the city requires planning its open spaces so as to adapt them to these objectives. It is a question of reactivating campus life by relying on processes similar to those that occur in the city. The demand for a flexible, public space for culture and learning is not exclusive to university settings, though it is there that producing and incentivizing such spaces makes the most sense. The consolidation of new university models requires a correct definition of an open space on three levels: urban (through its itineraries), neighborhood (around the university square) and an intimate scale (that of social micro-spaces for learning). This article analyzes the different trends at these three levels so as to learn from their successes and hardships in consolidating an integrated campus learning model.
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