El síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA) corresponde al daño de la barrera endotelioepitelial pulmonar inducida por inflamación, cuyo resultado condiciona aumento de la permeabilidad vascular y disfunción del agente tensioactivo y produce grados variables de colapso y relleno alveolar. Actualmente, el tratamiento consiste en ventilación mecánica. El desafío actual apunta a determinar qué estrategias ventilatorias son capaces de minimizar la lesión producida por el ventilador (VILI, ventilator-inducedlung injury) y a procurar un intercambio gaseoso razonable.
La evidencia muestra que debería ventilarse a los pacientes con volumen tidal entre 6–8ml/kg, peso ideal con presión “meseta” <30cmH2O. El uso de altos niveles de presión positiva espiratoria final (PEEP, positive end expiratory pressure) no ha demostrado reducir la mortalidad; sin embargo, ha mejorado metas secundarias importantes. La racionalidad en el uso de niveles elevados de PEEP se fundamenta en su capacidad de reducir el colapso-reapertura cíclico de la vía aérea, probablemente el mayor culpable del desarrollo de VILI.
La tomografía computarizada de tórax ha contribuido en la comprensión anatomicofuncional de los patrones de distribución del SDRA. La tomografía de impedancia eléctrica, aunque aún está en desarrollo, es una técnica libre de radiación capaz de monitorizar dinámicamente la ventilación al lado del enfermo.
Acute Respiratory Distress Syndrome (ARDS) is understood as an inflammation-induced disruption of the alveolar endothelial-epithelial barrier that results in increased permeability and surfactant dysfunction followed by alveolar flooding and collapse. ARDS management relies on mechanical ventilation. The current challenge is to determine the optimal ventilatory strategies that minimize ventilator-induced lung injury (VILI) while providing a reasonable gas exchange.
The data support that a tidal volume between 6–8ml/kg of predicted body weight providing a plateau pressure <30cmH2O should be used. High positive end expiratory pressure (PEEP) has not reduced mortality, nevertheless secondary endpoints are improved. The rationale used for high PEEP argues that it prevents cyclic opening and closing of airspaces, probably the major culprit of development of VILI.
Chest computed tomography has contributed to our understanding of anatomic-functional distribution patterns in ARDS. Electric impedance tomography is a technique that is radiation-free, but still under development, that allows dynamic monitoring of ventilation distribution at bedside.
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