El rápido aumento del número de visitantes a las Galápagos amenaza la biodiversidad que los turistas vienen a admirar. Ecuador ha fomentado la situación para obtener ingresos. Pero el anterior director del Parque Nacional Galápagos, despedido hace poco, y varios expertos independientes reclaman fijar un techo en el número anual de visitantes, debido al riesgo de devastación de las islas.
El informe presentado por expertos a inicios de 2014 aconsejaba no superar los 242.000 visitantes anuales, pero según ellos, el Gobierno del presidente Correa lo ha ignorado.
Entretanto, el servicio de parques está construyendo pasarelas y otras infraestructuras destinadas a facilitar el acceso a lugares ecológicamente sensibles, que podrían verse desbordados. Y pequeños hoteles ilegales han proliferado para alojar a la incesante riada de turistas.
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