Las consecuencias prácticas de la ordenación del territorio en Andalucía, como técnica administrativa, hay que considerarlas todavía como parcas y con espinosos encajes con los ayuntamientos y con las políticas sectoriales. Y ello a pesar de los instrumentos aprobados: Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía, Plan de Protección del Corredor Litoral de Andalucía, 17 planes subregionales, además de 3 Planes Especiales de Interés Supramunicipal, y 7 Actuaciones de Interés Autonómico. Estas insuficiencias llevan a considerar que la práctica de la ordenación territorial en Andalucía debe pasar por una situación de redefinición experimental: la ordenación del territorio entendida como un proyecto generoso, instrumentado a partir de las renuncias que, en la búsqueda de una ética territorial compartida, deben realizar los diferentes entes administrativos con competencia en el territorio y sobre la base de una profundización en los procesos de participación pública, concebida como un proceso continuo, desde el análisis de partida, la formulación de objetivos e ideas, el control de calidad de la planificación realizada o, incluso, el control de resultados en la aplicación de dicha planificación.
LOTCCA, POTA, planes territoriales subregionales, ordenación territorial, ayuntamientos, políticas sectoriales, medio ambiente, cultura local, participación ciudadana, cohesión territorial, coordinación, cooperación.
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