Pablo Iglesias se juega el próximo martes y 13 buena parte de su capital político. Del debate que se producirá en la Cámara depende en buena medida que el líder de Podemos refuerce sus aspiraciones a liderar la oposición o salga trasquilado, evidenciando una cierta soledad, como temen algunas voces en la cúpula de la formación. El objetivo de Iglesias es seguir tensionando el escenario político, determinar la agenda mediática y dar el primer golpe en la mesa en la pelea por la hegemonía de la izquierda que mantendrá a partir de ahora con un Pedro Sánchez que tiene en el punto de mira al electorado del partido morado y cuya victoria en las primarias socialistas altera profundamente la estrategia salida de Vistalegre II.
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