Hoy se propone, con el pretexto de dar un supuesto marco de actuación legal a las fuerzas armadas –algo así como poner finalmente en una ley lo que ya ocurre hace años en la realidad de todos los días–, no solamente ratificar, en la práctica diaria, sino ampliar las atribuciones castrenses en la vida nacional. El ejército y la marina podrán instalar destacamentos de seguridad, servir de escoltas, en todos los ámbitos, establecer bases de operaciones móviles y fijas, retenes y puestos de seguridad. Llevar a cabo intercepción terrestre, aérea y marítima; patrullajes y revisiones en puestos de vigilancia; reconocimientos y acciones de seguridad en más de 3 mil instalaciones estratégicas de PEMEX, Conagua, CFE, puertos, aeropuertos, aduanas y fronteras.
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