La autora Elfriede Jelinek –ganadora del Premio Nobel de Literatura en 2004– es una incansable creadora de personajes estereotipados. Mediante el empleo de la ironía, Jelinek utiliza a los protagonistas de sus obras para reflexionar de manera crítica sobre el conjunto de acciones y comportamientos sociales que forman parte de las expectativas de lo que el género femenino y masculino deben representar dentro de una sociedad. Un año antes de la mención del Nobel, Jelinek publicaba un conjunto de textos dramáticos reunidos bajo el título La muerte y la doncella I-V. Dramas de princesas (Der Tod und das Mädchen I-V. Prinzessinendramen, 2003). En esta obra, la escritora austríaca reescribía dos de los cuentos de princesas –Blancanieves y La Bella Durmiente– y una leyenda –Rosamunda–, que forman parte de la tradición literaria occidental, para reinventar después la historia de otras mujeres reales del panorama histórico y cultural como son Jacqueline Kennedy Onassis y las escritoras Sylvia Plath e Ingeborg Bachmann. El objetivo del presente estudio es atender al problema que supone en estos Dramas de princesas la existencia de unos cánones de belleza cuando se pretende construir la imagen y la identidad de unas mujeres que han quedado sometidas a la supremacía de poder que la sociedad otorga al varón. Para ello, y siguiendo la senda del psicoanálisis, se prestará especial atención al elemento del espejo, entendido como un instrumento que brinda o niega el reconocimiento a estas princesas
Elfriede Jelinek, winner of the Literature Nobel Prize in 2004, is a tireless creator of stereotyped characters. Through the application of irony, the protagonists of her works are used with the intention of exciting critical thought about the social roles and actions expected to be played by women and men within a society. A year before being awarded the Nobel Prize, Jelinek released a body of plays under the title of Death and the Maiden I-V. Princess Plays (Der Tod und das Mädchen I-V. Prinzessinendramen, 2003). In this work, the Austrian writer rewrote two of the most famous fairytales featuring princesses, such as Snow White and Sleeping Beauty, as well as a legend played by Rosamunde. These tales are part of the core of Western literary tradition. In using them, she reinvents the story of other real characters and women from our historic and cultural panorama: Jacqueline Kennedy Onassis or writers like Sylvia Plath and Ingeborg Bachmann. The main goal of the present paper is to analyse the problem posed by the existence of a beauty canon in these Princess Plays insofar as the construction and depiction of female identity is subdued by the control and supremacy of a patriarchal society. To do so, and following a psychoanalytical approach, the theme of the mirror will be the main focus as an instrument which brings or hinders the acknowledgement of these princesses.
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