Hace cientos de años, las personas discapacitadas no tenían oportunidad de integrarse en la sociedad, ya que eran abandonadas o asesinadas al nacer. Hubo de pasar mucho tiempo para que tuvieran una oportunidad y, sin embargo, a día de hoy sigue existiendo un cierto rechazo por parte de la sociedad hacia ellas. El problema más grave respecto a la discapacidad es la falta de información sobre esta, incluso por parte de las personas más cercanas a ella. Algunos padres y profesores piensan que los discapacitados nunca tendrán ni autonomía ni futuro. ¿Qué hacer para cambiar esta forma de pensar? ¿Qué medidas tomar para que los discapacitados reciban desde pequeños el trato que se merecen? ¿Cómo conseguir que mejore el conocimiento general sobre el tema? Existen muchas personas y organizaciones dedicadas a dichas tareas. Entre ellas, nos centramos en destacar la labor de los centros de educación especial, que acogen a alumnos cuyas necesidades educativas no pueden verse saciadas en un centro escolar ordinario y les ayudan a integrarse en la sociedad y a vivir con un cierto grado de autonomía. Así pues, en el siguiente trabajo de investigación explicamos con detalle el funcionamiento de estos centros, tomando como referencia el de La Panderola, situado en la ciudad de Vila-real.
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