Desde los tiempos más remotos de la humanidad, el hombre ha ido a la búsqueda del conocimiento a partir de sus propias necesidades. En el saber acumulado, el papel de la actividad económica productiva desplegada por este, el marco de su vida social, presupone que cada uno de ellos ocupe una posición determinada en el proceso de producción, así como que desempeñe también diferentes funciones en el mismo. (5) Esto condiciona la pertenencia de cada individuo a una clase determinada. La existencia de las clases sociales trae aparejado, como forma fundamental de la actividad humana, la actividad socio – política.“ La actividad socio – política constituye aquel conjunto de acciones desarrollas por los hombres en tanto miembros de una determinada clase social, y que persigue transformar tanto material como idealmente la realidad en correspondencia con los intereses, necesidades y objetivos de esa clase dada. Como toda forma de actividad humana, está integrada por un lado material, expresado en las relaciones y transformaciones prácticas objetivas que resultan de la lucha de clase, de las revoluciones sociales, de la pertenencia a determinada organización política de la sociedad, entre otras; y por un lado espiritual, expresado en la conciencia política y jurídica que necesariamente reproducen en el plano ideal las acciones y vínculos materiales, políticos, conciencia que existe y se manifiesta indisolublemente a esa lucha de clases y a esas revoluciones sociales, pero que posee su especificidad cualitativa que nos permite distinguirla y estudiarla en su particularidad propia”
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados