Gabriela Alejandra Sosa Silva, Camerino Juárez Toledo
En el contexto actual es indispensable instaurar una cultura en derechos humanos, basada en el respeto por los mismos, fortalecida tanto en la colectividad como en las instituciones democráticas, de tal suerte que los actores logren su autodeterminación con base en un humanismo derivado de un pensamiento complejo; la educación es el eje vertebral de la materialización de una cultura política. En consecuencia, el perfeccionamiento de la democracia es per se desarrollo humano, al concretizar las obligaciones del Estado; respeto, garantía, protección y promoción al ser, por excelencia, su lugar de realización. Así, una conciencia social impregnada de una filosofía humanista tendrá como resultado un país con calidad democrática.
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