La extracción de un diente desahuciado da lugar a procesos de reabsorción, cuya consecuencia a menudo es una pérdida considerable de los tejidos duros y blandos. En función de su extensión, estas lesiones tienen consecuencias terapéuticas. Entre estas, se cuentan las medidas quirúrgicas de aumento que significan una gran carga para los pacientes y que deben minimizarse lo máximo posible. Se presentó un concepto para evitar las pérdidas tisulares debidas a los procesos de reabsorción. Este concepto se basa en la traumatología moderna orientada biológicamente. Gracias a este concepto, se fomentan los procesos de cicatrización de la herida y se fuerza la conservación alveolar, así como un relleno suficiente del defecto. La técnica simplificada engloba dos vías, que también se combinan entre sí. En primer lugar, se mantienen los tejidos alveolares gracias a la replantación de los segmentos radiculares y, en segundo, se puede regenerar el tejido perdido durante una extrusión (extracción ortodóntica). Con este procedimiento, se evita en gran medida un manejo quirúrgico del tejido. Las ventajas del método son una intervención quirúrgica mínima, una reducción de la morbilidad del paciente, un resultado predecible y un acortamiento del tiempo de tratamiento. Además, se excluye la utilización de material extraño para la regeneración ósea. El concepto constituye una alternativa a la intervención quirúrgica tras la extracción dental.
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