Mientras transitamos la mitad del Decenio por la Seguridad Vial (2011-2020), observamos que las cifras de mortalidad y morbilidad por accidentes de tránsito siguen siendo elevadas. Esto nos interpela en la necesidad de cambiar el paradigma con el que se intenta enfrentar a este grave y complejo problema de salud pública.
El hecho de haber trabajado casi exclusivamente en la concienciación, educación y sensibilización, como así también en el control y la sanción del Factor Humano, representa una visión parcial para una problemática muy compleja. La innovación y el diseño de vehículos y vías de tránsito pueden contribuir en pos de lograr un sistema de tránsito más seguro y eficiente.
Este artículo pretende llamar la atención acerca de un modelo diferente, que pueda acercarnos al objetivo de 0 muertos y 0 lesionados graves.
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