Los gallineros, secadores de maíz, bodegas, caballerizas, etc. del valle central de Chile son construcciones menores que funcionan como infraestructuras que complementan la producción agrícola básica y de pequeña escala que allí se desarrolla con lo cual su resolución, que roza lo arcaico, está desprovista de un germen disciplinar.
Estas construcciones, si bien pueden ser la culminación material de una idea, más bien se plantean como la representación en sí misma de un proyecto, en un estado pendiente de resolución, que se ha ido forjando generación tras generación. Esparcidas en el territorio, representan tanto el carácter agrícola de la zona, como la inteligencia desplegada a lo largo del tiempo, determinada por las condiciones geográficas, culturales y sociales, en un contexto de escasez. Si bien tiene antecedentes en las edificaciones residenciales primitivas, se origina como tipo en la reforma agraria, cuando se reparten las tierras en superficies pequeñas que promueven el desarrollo de la agricultura menor.
Las construcciones rurales en el valle central de Chile son en sí mismo la representación de su proyecto y, como manifestaciones, representan una actividad comunal, un territorio, un paisaje, un modelo económico, un ideal político.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados