Las pruebas realizadas in vitro y el examen clínico de 51 pacientes que se trataron durante un período de 12 años han demostrado que un muñón de composite rodeado por una corona de oro puede realizar la misma función y tener la misma resistencia que el muñón de oro convencional. Sin embargo, el método exige un conocimiento profundo de los materiales y una técnica cuidadosa y detallada. Se resalta la importancia de un adhesivo dentinario inicialmente efectivo para el composite híbrido elegido. Se discuten también los cementos de fosfato de cinc y la técnica de cementado. En la mayoría de los casos una raíz dañada puede tener que ser reforzada con un poste, y el autor recomienda la utilización de uno de titanio roscado que se unirá a la raíz con la técnica denominada de cementación pasiva. El autor tiene también una experiencia positiva con las coronas de composite, de las que se puede esperar una vida funcional de al menos 10 años.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados