La sombra del ciprés es alargada (1948) de Miguel Delibes ha sido interpretada como una novela católica (Hart 1990), una novela desmitificadora (Agawu-Kakraba 1996) y una novela existencialista (Buckley 2012). Estas interpretaciones comparten un enfoque común respecto a la obsesión del joven protagonista con la muerte y a la maligna influencia de la doctrina del desasimiento, promulgada por el profesor del protagonista. Sin embargo, este artículo arguye que la génesis de la angustia del joven reside en el duelo no resuelto vinculado a su orfandad. La novela transmite esto de una manera críptica por medio de una serie de elementos tales como la duplicación de la identidad del protagonista debido a la intensa amistad que establece con un compañero, las repercusiones biofílicas y la técnica narrativa en primera persona que subvierte al propio narrador. Como sucede con Nada de Carmen Laforet (1944), así también la primera novela de Delibes puede ser calificada como una obra del trauma intergeneracional
Miguel Delibes's La sombra del ciprés es alargada (1948) has been read as a Catholic novel (Hart 1990), a demythifying novel (Agawu-Kakraba 1996) and an existentialist novel (Buckley 2012). These interpretations share a common focus on the young protagonist's obsession with death and on the malign influence of the doctrine of non-involvement (desasimiento), as propounded by the protagonist's teacher. However, this article contends that the genesis of the youth's angst is unresolved mourning related to orphanhood. The novel conveys this cryptically by various means: the doubling of the protagonist's identity thanks to his intense friendship with a fellow pupil, biophilic resonances and the self-subversive quality of the first-person narrative technique. Like Carmen Laforet's Nada (1944), Delibes's debut novel may thus be termed a work of inter-generational trauma.
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