Pilar Ortiz García, Laura Cosimi
El trabajo a tiempo parcial se ha perfilado tradicionalmente como un instrumento de conciliación entre el tiempo de trabajo productivo y el no productivo. A esta potencial virtud, se ha unido la idea de que esta fórmula puede ser una vía de creación de empleo, por las condiciones ventajosas que supone para el empresario la adaptación de los requerimientos productivos a una oferta de trabajo con vínculos contractuales menos rígidos. Ello ha producido un crecimiento del trabajo a tiempo parcial, aunque no de forma homogénea.
España e Italia han experimentado un crecimiento superior al resto de Europa, especialmente significativo entre las mujeres. El artículo analiza algunas de las hipótesis que explican dicho incremento, señalando las similitudes de estos dos casos e incidiendo en la posición de la mujer en el mercado de trabajo.
Para llevar a cabo dicho análisis se ha trabajado con datos agregados procedentes de diversas fuentes estadísticas de países de la Unión Europea, particularmente la Encuesta de Fuerza de Trabajo de Eurostat. Igualmente, se han consultado las fuentes estadísticas de los países objeto de estudio. En el caso de Italia, los datos procedentes del Istituto Nazionale di Statistica y en el caso de España, los del Instituto Nacional de Estadística.
Estos datos han sido interpretados a la luz del marco teórico explicativo que, desde una perspectiva de género, considera dos grandes tipos de factores: los coyunturales y los estructurales.
Respecto a los primeros, se realiza un análisis de la repercusión de la última gran crisis económica. En concreto, se toman los datos del período comprendido entre 2007 –momento de estallido de la crisis– y 2014, fecha en la que la economía europea comienza a dar muestras de recuperación. La crisis ha venido acompañada de un incremento general en la precarización de las formas de empleo en los países analizados. A la ya tradicional alta tasa de temporalidad –especialmente en el caso de España–, se ha unido otra forma de utilización flexible del empleo, como es el trabajo a tiempo parcial, tanto en los contratos por tiempo indefinido, como en los temporales. Si bien el empleo a tiempo parcial sigue siendo superior entre las mujeres, durante este período de crisis se ha observado un incremento importante entre los hombres. En cualquier caso, la crisis económica ha propiciado la pérdida de calidad global del empleo de los trabajadores más vulnerables, especialmente de las mujeres, lo que justifica la observación del mercado de trabajo en este periodo.
En cuanto a los factores estructurales, se analiza en primer lugar el posible efecto de los modelos de bienestar sobre la extensión del trabajo a tiempo parcial, particularizando en las características de los países del sur de Europa. En este sentido, se analiza la incidencia de las políticas sociales y familiares sobre la participación de la mujer en el mercado de trabajo.
En segundo lugar, se tratan los aspectos normativos de ambos países, especialmente la legislación más reciente sobre la regulación del trabajo a tiempo parcial. Un dato relevante es que España e Italia presentan bastantes similitudes en la dimensión normativa. Una de ellas es que, si bien este tipo de empleo ha aparecido con un cierto carácter de excepcionalidad, se ha visto progresivamente fortalecido por las últimas reformas laborales como un medio de promover el empleo flexible, especialmente en colectivos con alto desempleo (mujeres y los jóvenes). También se observan similitudes a la hora de procurar un equilibrio en las asimetrías producidas en las condiciones laborales de los trabajadores a tiempo parcial con respecto al trabajo a tiempo completo; en el caso de España, a partir del cambio en el período de cotización para acceder a una pensión y en el caso italiano, con el aumento de la prerrogativa el trabajador para cambiar las disposiciones de este contrato flexible.
Por último, se analiza la posición de la mujer en el mercado laboral, una posición que explica la desigual repercusión del trabajo a tiempo parcial en los países objeto de análisis.
También en esta dimensión se destacan las similitudes entre ambos países, tales como son la ralentización en la incorporación laboral de la mujer al mercado de trabajo, así como una menor proporción de mujeres trabajadoras con relación a los países europeos más desarrollados. Sin duda, en esta analogía influyen factores de carácter cultural, tales como una división del trabajo familiar más acusada en estos países del sur de Europa, que comparten una cultura familiarista susceptible de limitar las posibilidades laborales de la mujer con cargas familiares.
Los resultados de este estudio ponen de manifiesto la oportunidad de analizar el tema en clave de género. Elementos de índole cuantitativa, como es la mayor proporción de mujeres que trabajan a tiempo parcial en estos países, así como aspectos estructurales, como es la posición de mayor debilidad de la mujer en el mercado laboral, están detrás de la evolución positiva del trabajo a tiempo parcial en dichos escenarios.
El perfil ocupacional de las personas empleadas a tiempo parcial en España e Italia es el de mujeres trabajadoras con un bajo nivel de cualificación, empleadas mayoritariamente en ocupaciones elementales y con un alto nivel de involuntariedad en la aceptación de esta forma de empleo que ha crecido durante el periodo de crisis.
De acuerdo con otras investigaciones sobre el tema, en esta se constata que la división entre las ocupaciones feminizadas y masculinizadas ahonda en la segregación laboral de la mujer hacia actividades especialmente precarizadas y que requieren una menor cualificación. Se trata de un rasgo común en los mercados de trabajo español e italiano que se hace evidente cuando se observa la diferencia porcentual entre hombres y mujeres empleados a tiempo parcial en «ocupaciones elementales» en ambos países con respecto a Europa. Por todo ello, sin obviar cuestiones de carácter cultural, tales como la tradición familiarista propia de países del sur de Europa que llevan a la mujer a optar por fórmulas que permitan la conciliación, los resultados apuntan hacia otros argumentos explicativos del avance de esta forma de trabajo en España e Italia, como es la posición de las mujeres en «mercados secundarios» de empleo.
Part-time work has traditionally emerged as an instrument for a better work-life balancing/a better balance of caring and professional responsibilities.This potential virtue has been joined with the idea that this formula can be a way of creating employment, because of the advantageous conditions for the employer to adjust production to a job offer with less rigid contractual links. This has led to a growth in part-time work, although not homogenously. Part-time employment has been increasing in Spain and Italy more than the rest of Europe, especially among women. The article analyzes some of the hypothesis that can explain this increase, pointing out the similarities of these two cases and influencing the position of women in the labour market.
In order to carry out this analysis, we have worked with aggregated data from various statistical sources from European Union countries, particularly the Eurostat Labour Force Survey. Likewise, the statistical sources of the countries observed have been consulted. In the case of Italy, data come from the Istituto Nazionale di Statistica and in the case of Spain, from the National Statistical Institute.
These data have been interpreted in the light of the explanatory theoretical framework that, from a gender perspective, considers two great types of factors: the conjunctural and the structural ones.
Regarding the former, an analysis of the impact of the last major economic crisis is carried out. Specifically, data are considered from the period between 2007 –when the crisis erupted– and 2014, when the European economy began to show signs of recovery. The crisis has been joined with a general increase in the precariousness of forms of employment in the countries observed. In addition to the traditional high rate of temporality –especially in the case of Spain– another form of flexible use of employment has been added, such as part-time work, both for permanent and fixed-terms contracts. While part-time employment is still higher among women, a significant increase has been observed in men during this period of crisis. In any case, the economic crisis brought to the loss of the overall quality of employment of the most vulnerable workers, especially women, which justifies observing the labour market in this period.
As regard structural factors, the possible effect of welfare patterns on the extent of parttime work, particularly related to the characteristics of Southern European countries, is analyzed first. In this sense, we analyze the impact of social and family policies on the participation of women in the labour market.
Furthermore, the study describes the legal framework of both countries, especially the most recent legislation on the regulation of part-time work. A relevant fact is that Spain and Italy have many similarities in the normative dimension. One of them is that, although this type of employment has appeared with a certain character of exceptionality, it has been progressively strengthened by the last labour reforms as a means of promoting flexible employment, especially in groups with high unemployment levels (women and young boys). Similarities are also observed in finding a balance in the asymmetries produced in the working conditions of part-time workers with respect to full-time ones;
in the case of Spain, from the change in the contribution input period to get a pension and in the Italian case, with the increase of the prerogative of the worker to change the provisions of this flexible contact.
Finally, the position of women in the labour market is analyzed, a position that explains the unequal impact of part-time work in the countries under analysis. Also in this dimension there are similarities between the two countries, such as the slowdown in the incorporation of women in the labour market, as well as a lower proportion of female workers compared to the more developed European countries. Undoubtedly, this analogy is influenced by factors of a cultural nature, such as a more pronounced unequal sharing of care responsibilities between women and men in these Southern European countries, which share a familistic culture that can limit the employment opportunities of women with family responsibilities.
The results of this study show the opportunity to analyze the issue in terms of gender.
Quantitative factors, such as the greater proportion of women working part-time in these countries, as well as structural aspects, such as women’s weakest position in the labour market, are basic for the positive evolution of part-time work in these scenarios.
The occupational profile of part-time workers in Spain and Italy is that of female workers with a low level of qualification, employed mostly in elementary occupations and with a high level of involuntary acceptance of this form of employment that has grown during the period of crisis.
According to other research on the subject, this study shows that the division between feminized and masculinized occupations relies on the segregation of women into activities that are especially precarious and require less qualification. This is a common feature in the Spanish and Italian labour markets, which is evident when the percentage difference between men and women part-time employed in «basic occupations» in both countries with respect to Europe is observed. Therefore, without ignoring cultural questions, such as the family tradition of the countries of Southern Europe that lead women to choose formulas allowing work-life balance, the results point out other arguments that explain the progress of this form of work in Spain and Italy, as the position of women in «secondary markets» employment.
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