Este artículo propone la comparación de dos textos que representan distintos momentos en la historia del encarcelamiento en Cuba: la novela Hombres sin mujer (1937) de Carlos Montenegro y la antología de cuentos Dichosos los que lloran (2006) de Ángel Santiesteban-Prats. Se analizan las muchas veces contradictorias estrategias a través de las cuales los autores hacen denuncia de los sistemas penales hubieron de padecer. A los ‘vectores’ de género, raza y clase por los cuales se expresa el poder, agregamos la noción de la prisión en si. Por último, planteamos la inevitable parcialidad de unos textos que basan sus críticas de la institución penal opresiva y hegemónica en la evocación de otras instituciones opresivas. El objetivo del presente artículo, más que cuestionar a estos autores, es defender un enfoque intersectorial en el estudio de las instituciones opresivas
This article contrasts two texts that represent distinct moments in the history of incarceration in Cuba, Carlos Montenegro’s novel Hombres sin mujer (1937) and Ángel Santiesteban-Prats’ collection of short stories Dichosos los que lloran (2006). It analyses the sometimes contradictory strategies by which these authors denounce the penal systems in which they were incarcerated. As an adjunct to these established ‘vectors’ of gender, race and class which inevitably shape and are expressed through these texts, I add the idea of the prison itself. Ultimately I show that the way in which these texts base their critique of the oppressive hegemonic institution of the prison on an appeal to the oppressive institutions of race and gender means that their critiques can only ever be partial. The point is not to condemn the shortcomings of these authors but rather to affirm the need for an intersectional approach to oppressive institutions
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados