El psicoanalista de niños se confronta a un entramado contratransferencial, por la emergencia de lo arcaico en el niño y por la inclusión de los padres en el proceso terapéutico. Ello suscita en el terapeuta la confrontación con lo arcaico de sí mismo y con aspectos inconscientes de la relación con sus propios padres. Considerando que la contratransferencia es un terreno delicado, usarla como fuente de autoanálisis aproxima, a través de la asociación con aspectos inconscientes del terapeuta, a lo inconsciente del paciente niño y a aspectos inconscientes de los padres que forman parte de los síntomas del niño.En la primera parte de este artículo desarrollo algunas aportaciones teóricas, interrogantes y reflexiones alrededor de la contratransferencia en el espacio psicoanalítico con el paciente niño. La segunda parte da lugar al entramado contratransferencial en el espacio terapéutico con los padres.
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