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El fandango como fiesta y El fandango dentro de la fiesta: Tarima, Cante y Danza

  • Autores: Jessica Gottfried Hesketh
  • Localización: Música oral del Sur: revista internacional, ISSN 1138-8579, Nº 12, 2015 (Ejemplar dedicado a: Españoles, indios, africanos y gitanos. El alcance global del fandango en música, canto y danza.), págs. 463-476
  • Idioma: español
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  • Resumen
    • ¿Qué implica decir que el fandango es fiesta? ¿Cuándo es fiesta y cuándo no lo es? Este trabajo parte de la necesidad de hacer de la fiesta un objeto de estudio. Este texto se centra en las diversas formas que tiene el fandango cuando es fiesta, en contraste con el fandango festivo. El fandango como fiesta se suele identificar con la fiesta de tarima. En México encontramos abundantes ejemplos de este tipo, como el fandango jarocho, tixtleco, huasteco, de tierra caliente o de artesa, entre otros. Otras fiestas de tarima también son llamadas fandango, como por ejemplo el fandango caiçara del sur de Brasil. Hay por tanto un conjunto de fandangos que son la fiesta en sí misma, referidos a la comida, la bebida, las cocineras, el lugar, el entorno, etc. En estos casos generalmente son fiestas de tarima.

      Por otro lado, hay fandangos que son festivos en otro sentido, pues la palabra fandango no alude a la fiesta como tal sino a un momento de esta o a un evento musical o de danza que ocurre dentro de la estructura de la fiesta. En estos casos el fandango marca un momento particular de la fiesta, como el inicio, el fin, o una oda a una Virgen. Ejemplos de este último tipo de fandango son el Fandango Tehuano en San Juan Guichicovi, en el estado de Oaxaca en México; el Fandango parao’ en Alosno, Provincia de Huelva y el Fandango de Almonaster o de Santa Eulalia, en la misma provincia de Huelva, en Andalucía, España


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