A manera de introducción quisiera comentar lo que significa para un historiador (no es mi caso, soy más teórica y crítica) enfrentar el estudio de la historia del diseño en Cuba.
Propiamente, de ejercicio de la profesión sólo se llevan tres décadas, desde 1970 a 1990. Es, por tanto, importante encontrar enfoques y categorías que permitan investigar también la historia anterior del mundo material y, entonces, ya el primer problema sería discernir en ésta los antecedentes del diseño.
Tres décadas, además, en las que el diseño ha estado condicionado por los acontecimientos sociales y políticos y en las que se ha visto muy limitado por las restricciones económicas. Al igual que en otros países que no tuvieron una industrialización orgánica, el diseño nació al calor de influencias exteriores, por lo que es urgente comenzar a deslindar lo propio y específico o la manera en que se reinterpretan esas influencias.
Para dar otra visión de la historia del diseño que no fuera una copia menor de aquella grande y "universal", ensayé mirar el quehacer en Cuba a la luz de categorías histórico-antropológicas de dos conocidos estudiosos cubanos que han trabajado la historia del mundo material, uno la industria del tabaco, el otro la del azúcar. Me refiero a Fernando Ortiz y a Moreno Fraginal. Espero que ellos me perdonen mis improvisaciones.
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