Es singularmente significativo que un vocablo tan anodino como el verbo “leer”, carente de los brillos de otros términos, ahora sospechosos, otrora magníficos –interpretación, actividad hermenéutica, exégesis– se haya expandido del modo en que lo ha hecho.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados