A mitad del siglo XIX, la movilización de jóvenes -entendidos como menores de edad- fue una práctica recurrente de las autoridades provinciales y nacionales. De tal modo, no resulta difícil encontrar en los documentos, leyes y decretos provinciales referencia a muchachos cubriendo servicio en la defensa de la frontera y participando de las guerras civiles. Los caminos que llevaron a los menores a portar las armas fueron variados y heterogéneos. En las instituciones militares del período se superpusieron situaciones que iban desde la obtención de derechos y la penalización de vagos hasta el gobierno de huérfanos y abandonados. Este proceso estuvo signado por la codificación del derecho civil que convivió con los preceptos del derecho precodificado. La actualización en la condición jurídica de los menores tendió a modificar las variantes en que los jóvenes prestaban el denominado servicio de armas. Paralelamente, en el período 1850-1880 comenzaron paulatinamente a imponerse cambios políticos, sociales, ideológicos y materiales que transformaron la mediación institucional en la infancia. Estos factores combinados le dieron una singularidad al período que determinó la relación de los jóvenes con el servicio de armas.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados