El 21-D marca una encrucijada política para un Pablo Iglesias a la baja en las encuestas tras haber subordinado su estrategia política sobre Cataluña a Ada Colau y los suyos. Sin embargo, los comunes tienen en sus manos dar un balón de oxígeno a Unidos Podemos si finalmente se hacen con la llave de la Generalitat, como prevén los sondeos. Una llave que los cerebros de Catalunya en Comú no tienen intención de entregar a ninguno de los dos bloques, sino que prefieren quedarse para articular un Govern progresista en torno a Xavier Domènech, que intenta colocarse como el único candidato capaz de vencer los vetos mutuos y sumar el apoyo de ERC y PSC. Iglesias contempla esta operación Borgen como el mejor medio a corto plazo de revertir la tendencia en las encuestas y el efecto interno de una crisis catalana que ha provocado su ruptura con Anticapitalistas y que Alberto Garzón marque cierta distancia con él.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados