La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital del Estado hebreo contraviene el Derecho Internacional y asesta un duro golpe a las posibilidades de un acuerdo de paz basado en el principio de ‘dos Estados’. Las esperanzas de una paz duradera en el conflicto más antiguo del planeta se difuminan y se pone de manifiesto, con toda su crudeza, la belicosa orientación de la política internacional de la nueva Administración estadounidense.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados