A menos de una semana para la constitución del Parlament, a Puigdemont siguen sin salirle las cuentas para su regreso a la Presidencia de la Generalitat. Con un total de ocho de sus diputados encarcelados, unos, y en Bélgica, otros, todavía no está claro que el independentismo pueda mantener el control de la Cámara y de la Mesa. Pero lo más grave para los intereses del ex president es que la cúpula de ERC sigue sin comprometerse a forzar su investidura a distancia. Los republicanos tratan de abandonar el enfrentamiento frontal con el Estado y sólo apoyarán una investidura que se ajuste sin duda alguna al reglamento del Parlament.
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