Los científicos utilizan el término «caos» no tanto en el sentido convencional de batahola total. sino más bien de una manera especializada. La teoría del caos aborda esencialmente el concepto del orden dentro del desorden. Los sistemas turbulentos y aparentemente caóticos que rigen, por ejemplo, el remolino de un líquido o las bocanadas de un anillo de humo e inclusive la propagación de la epidemia del SIDA, pueden dar la impresión de estar comportándose al azar. Pero en realidad, la nueva manera de pensar sugiere que manifiestan un orden subyacente a largo plazo que no es ni totalmente detenninístico ni completamente aleatorio.
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