Gema Gallego Treviño, María Concepción Carratalá Munuera, Miguel Ánglel Núñez Martínez, Antoni Pastor Monerris, Elena López, Loreto Cruz Bonmatí
El paciente con enfermedad cardiovascular constituye la máxima prioridad en prevención cardiovascular, por los siguientes motivos: el riesgo es más elevado, las intervenciones son más eficientes y la magnitud del beneficio es mayor. Sin embargo el porcentaje de pacientes con un buen de control de los principales factores de riesgo (LDL-colesterol, presión arterial) no supera el 50%.
Objetivo: los nuevos modelos de atención a la cronicidad aportan nuevas estrategias de intervención que pueden ser aplicables en estos pacientes. Nuestro estudio aplica estos modelos para conseguir cambios en la adherencia a las medidas no farmacológicas (alimentación, ejercicio físico, tabaquismo).
Metodología: se realizaron seis visitas individuales por enfermera de referencia a lo largo del periodo de seguimiento (un año). Se aborda: dieta mediterránea (escala de 14 puntos), ejercicio, tabaquismo y control de tensión arterial (PA < 140/90) y analítica (colesterol LDL < 100 mg/dl).
Resultados y conclusiones: la variación de parámetros antes y después del programa fue la siguiente: ejercicio habitual (67,7 vs 86,2; p < 0,05); no fuma (84,2 vs 94,6; p < 0,05); PAS < 140 mmHg (70,2 vs 76,0; p < 0,05); PAD < 90 mmHg (93,0 vs 95,2 NS); puntuación dieta mediterránea (9,7 vs 10,5; p < 0,05). Además el número visitas anuales al centro disminuyó respecto al año previo anterior a la intervención un 37% (13,04 vs 8,06; p < 0,05). La intervención de enfermería ha mejorado los factores de riesgo en pacientes con cardiopatía isquémica.
Patients with cardiovascular diseases deserve a highest priority in cardiovascular prevention due to: their risk is higher, interventions are more effective, and a larger benefit can be obtained. However less than 50% of patients reach a good control of main risk factors (LDL-cholesterol, blood pressure).
Purpose: Novel models for chronic care provide new procedural strategies that can be used in these patients. Such models have been implemented in the present study to alter adherence to non-pharmacological measures (diet, physical activity, smoking).
Methods: Six individual nursing visits were planned over a one-year follow-up period. The following items were assessed: Mediterranean diet (14-point scale), exercise, smoking, and blood pressure control (BP < 140/90) and laboratory findings (LDL-cholesterol <100 mg/dl).
Results and conclusions: The following changes from baseline values were observed at the end of the program: usual physical activity (67.7 vs 86.2; p < 0.05); non-smokers (84.2 vs 94.6; p < 0.05); SBP < 140 mmHg (70.2 vs 76.0; p < 0.05); DBP < 90 mmHg (93.0 vs 95.2 NS); Mediterranean diet score (9.7 vs 10.5; p < 0.05). Furthermore, a 37% decrease from previous year in clinic visits over one year was observed (13.04 vs 8.06; p < 0.05). Nursing intervention has improved risk factors in patients with ischemic heart disease.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados