En su polémico y complejo proceso histórico de conformación estatal inicial, Rusia soñó con ser la Tercera Roma, superando el incierto origen varego, heredando el báculo imperial bizantino, unificando al resto de pueblos eslavo-orientales, y dominando las inmensas estepas euroasiáticas. Un origen, entre el mito y la realidad, que construyó una particularidad espiritual y cultural ajena, en el fundacional periodo medieval, al Occidente europeo, y que en este artículo se intenta sintetizar señalando las principales fases de construcción histórica, a partir de la legendaria fundación eslava bajo la presencia nórdica y la competencia ugro-finesa, con la cristianización eslava con Vladimir el grande y la creación de la disputada herencia de la Rus de Kiev, y tras el impacto de la invasión mongola, desde la controvertida unificación y expansión con Iván el Terrible hasta la llegada de la crucial dinastía Románov al Zarato de Moscú
In its controversial and complex historical process of initial state formation, Russia dreamed of being the Third Rome, overcoming the uncertain Varangian origin, inheriting the Byzantine imperial staff, unifying the rest of Slavic-oriental peoples, and dominating the immense Eurasian steppes. An origin, between myth and reality, that built a spiritual and cultural peculiarity alien, in the foundational medieval period, to Western Europe, and that this article tries to synthesize by pointing out the main phases of historical construction, from the legendary Slavic foundation under the Nordic presence and the Uro-Finnish competition, with the Slavic Christianization with Vladimir the Great and the creation of the disputed heritage of Kievan Rus, and after the impact of the Mongol invasion, since the controversial unification and expansion with Ivan the Terrible until the arrival of the crucial Romanov dynasty to the Zarato of Moscow
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