Resumen de Micropolítica de la escena (a veces sin escena):: ¿Cómo imaginar otras formas de encuentro entre personas a partir de algo a lo que se le suele llamar danza? Diálogos, críticas, dudas y notas al pie…

Adeline Maxwell

• español

  Pensando en la creación escénica como micromodelo social, aparecen cuestionamientos vitales: ¿cómo se organizan lxs artistas para crear y cómo comparten sus experiencias creativas con lxs espectadorxs? En esos «cómos» es enunciada una ideología y pueden aparecer formas que rompen con ciertas construcciones convencionales de realidad: con el sentido de la obediencia, con la lógica de lo público y lo privado o con jerarquías. En este artículo, en el que la forma intenta ilustrar un contenido propositivo de cuestionamientos rizomáticos colectivos, lo que se pretende es comprender la búsqueda de horizontalidad en la creación y en la relación con el público como acto político o más bien micropolítico. La micropolítica escapa de las representaciones de poder y se manifiesta a escala de sujeto singular en ciertas acciones que comprenden transformaciones en nuestras formas de vida. La dificultad está en cómo la singularidad nos diferencia pero no nos separa, cómo la diversidad se torna enriquecedora sin pretender buscar una unidad identitaria para comprendernos. Examinar estas nociones en el contexto de la danza parece fundamental dada la relación intrínseca entre el cuerpo y los dispositivos de control y, a la vez, con las construcciones del deseo. Sin embargo, la distinción de roles persiste muchas veces y en esa separación también se abre aún más la grieta que separa el arte de la vida, la escena del público. ¿Qué relación tiene esa distinción de estatus con el ego de lxs privilegiadxs que deambulan por el mundo exclusivo del arte? ¿Cómo deshacernos de la tendencia elitista de la creación dancística sin caer en la búsqueda de un arte «pedagógico»? ¿Cuánto estamos dispuestxs a cambiar para derribar aquello que eleva el arte por encima de las personas? ¿Podemos pensar siquiera en olvidar el concepto de arte para que todxs seamos realmente partícipes de encuentros entre personas?.

• English

  Thinking about performance creation as a social micro-model, some vital questions arise: How are the artists organised to create and how they share their creative experiences with the spectators? In these “hows” it is embodied an ideology and may appear forms that break with some conventional constructions of reality, with the sense of obedience, with the logic of the public and the private or with hierarchies. In this article, where the form tries to illustrate a propositive content of collective and rhizomatic questionings, the aim is to understand the search for horizontality in the creation and in the relationship with the public as a political or, rather, a micropolitical act. Micropolitics escapes from representations of power and manifests itself at the level of a singular subject in certain actions that comprise transformations in our life forms. The difficulty lies in how the singularity differentiates us but does not separate us, how the diversity becomes enriching without pretending to look for an identity unit to understand us. Examining these notions in the context of dance seems fundamental given the intrinsic relationship between the body and the control devices and at the same time with the constructs of desire. However, the distinction of roles persists, and in that separation also opens up the crack that separates art from life and the public from the scene. What is the relation of this status distinction with the ego of the privileged ones who dwell in the exclusive world of art? How can we get rid of the elitist tendency of dance creation without falling into the pursuit of a “pedagogical” art? How much are we disposed to change to bring down elevate art above people? Can we even think to forget the concept of art to really participate in encounters between people?.