Se suele atribuir el rendimiento de la empresa al Consejero Delegado, por eso normalmente su sueldo es elevado. Pero esto está plenamente justificado si se tiene en cuenta que desde este puesto se manejan temas como la lógica de creación de valor, la configuración de la cartera unida al modelo de negocio y el proceso de gobierno interno. Aspectos todos ellos destinados a la creación de riqueza de la empresa. Para llegar a este fin el Consejero Delegado debe fomentar la experimentación, la inversión en oportunidades de crecimiento y la colaboración entre unidades de negocio.
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