Un comentario inicial absolutamente necesario. Algún lector de este o de nuestro anterior informe, quizás por haber realizado una lectura de los mismos precipitadamente, haya interpretado que se ataca y se critica en ellos desmesuradamente a los técnicos y personas que tras los trágicos terremotos que acontecieron en Lorca el 11 de mayo de 2011, prestaron sus servicios desinteresadamente a su leal saber y entender a la ciudad y a sus habitantes. Evidentemente, estos lectores no han sabido o no han querido interpretar correctamente la intencionalidad de nuestras reflexiones
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