Los pacientes que tinen a la vez retraso mental y trastornos psiquiátricos están particularmente en riesgo de explotaciones de todo tipo y frecuentemente no reciben la asistencia legal que requieren. El tratamiento de pacientes con diagnóstico doble (trastorno mental y retraso psíquico) es particularmente difícil desde el punto de vista de los derechos humanos, per ejemplo en lo que concierne a la voluntariedad de las intervenciones. Las recomendaciones de los organismos internacionales insisten en la protección de los jóvenes y las mujeres con retraso nmental y problemas psíquicos, que deben ser alojados en instituciones especiales.
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