La Calidad se ha sociado durante años a un conjunto de elementos tangibles de la gestión. No obstante, aunque las dimensiones tangibles sean componentes necesarios, no son suficientes para alcanzarla. desde el propio objetivo que persigue: la satisfacción de las personas implicadas, y como consecuencia, los medios que requiere - motivación, implicación, compromiso personal- constituyen sus componentes menos visibles pero los auténticamente diferenciadores. En este artículo se reflexiona sobre las carcterísticas, retos y aspectos vitales para aquellos líderes cuya meta compartida es generar las condiciones para que pueda desarrollarse la Calidad con su gestión.
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