Antonio Carrasco Rodríguez, Enrique Perdiguero Gil
El puerto de Alicante se configuró durante la Edad Moderna como uno de los más importantes del Mediterráneo hispano, tanto por el volumen de las transacciones comerciales realizadas como por la variedad de las colonias mercantiles que las protagonizaban. Al canalizar la comercialización de los excedentes agrarios del entorno a través de su infraestructura mercantil, uno de los centros productores próximos, la villa señorial de Elche, reclamó el derecho a hacer lo propio por el embarcadero denominado del Cap de l Aljup (actual Santa Pola), ubicado en su propio distrito, alimentando con ello viejas rivalidades con la ciudad portuaria. En la presente comunicación se analizan las tensiones generadas durante la última década del siglo XVII entre Alicante, por un lado, y la villa y el marqués de Elche, por otro, al pretender estas últimas instancias desprenderse de la dependencia alicantina para agilizar la exportación de sus cosechas de orientación comercial e incrementar su participación en los beneficios de origen mercantil. Tal pretensión suscitará la inmediata réplica alicantina, que reclamará el monopolio sobre todo el sur valenciano, originando una serie de disputas cuyo estudio revelará no solamente los complejos intereses económicos en juego, sino también su trasfondo de índole jurídico-institucional
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados