Resumen de La visita real a Granada: Apuntes de otro año célebre
En junio de 1526, procedentes de Sevilla, donde habían contraído matrimonio, el emperador Carlos V y su esposa Isabel de Portugal llegaron a Granada para instalarse en el palacio nazarí de La Alhambra y prolongar su luna de miel. La ciudad se preparó a conciencia. A la necesidad de acoger durante meses a un séquito numeroso se le dio respuesta con la intervención urbanística en la ciudad y en el monumento. Las impresiones que de aquel viaje dejaron los altos dignatarios extranjeros y los escritores de la corte aportan a la crónica de esos días un valor añadido para conocer con qué posos exóticos fueron vistos Granada y los viejos palacios nazaríes, inexistentes en los fríos documentos.
