Las condiciones de vivienda pueden repercutir sobre la salud física y mental a través de cuatro dimensiones interrelacionadas: 1) el hogar (condiciones emocionales relacionadas con la vivienda), 2) las condiciones físicas de la vivienda, 3) el entorno físico y 4) el entorno social (comunidad) del barrio donde está situada la vivienda. En España, la utilización del mercado de la construcción como motor de crecimiento económico del país y la promoción de la propiedad privada como régimen de tenencia mayoritario han comportado que la vivienda sea utilizada como bien especulativo en lugar de ser considerada un bien de primera necesidad. Mientras España es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con el mayor parque de viviendas por habitante, éste se encuentra altamente infrautilizado y la población con menos recursos queda excluida del acceso a la vivienda. El impacto de la actual crisis económica sobre la vivienda se ha debido sobre todo a la reducción de los ingresos de los hogares, con el consecuente aumento del número de familias o personas con problemas para afrontar los gastos de la vivienda o desahuciadas. Existe evidencia de que estos problemas tienen un impacto negativo en la salud, en especial en la salud mental, pero también las dificultades económicas para satisfacer otras necesidades básicas como la alimentación. Existen distintos instrumentos para reducir el impacto de la crisis económica, como la financiación de la deuda o la dación en pago. A largo plazo, debería promoverse la creación de un parque de vivienda social y sistemas de ayudas al pago del alquiler.
Housing conditions can impact on physical and mental health through 4 interrelated dimensions: 1) the home (the emotional housing conditions), 2) the physical housing conditions, and 3) the physical environment, and 4) the social (community) environment of the neighborhood where the house is located. In Spain, the use of the construction market as an engine for economic growth and the promotion of private property as the main type of housing tenure has led to the use of housing as a speculative good instead of its being considered a first-necessity good. While Spain is the Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD) country with the largest housing stock per inhabitant, this stock is highly underutilized, thus excluding the most deprived sector of the population from access to housing. The impact of the current economic crisis on housing has mainly been due to a reduction in household income, which has increased the number of families or persons struggling to cover their housing costs or being evicted. Evidence indicates that this type of problem has a negative impact on health, especially on mental health, but financial problems also make it difficult to meet other basic needs such as eating. There are several instruments to reduce the impact of the economic crisis, such as debt financing or deed of assignment in payment. In the long-term, the creation of a social housing stock should be promoted, as well as rental assistance mechanisms.
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