Sin temor a equivocarse se podría afirmar, con el Consejo de Europa, que el concepto y las crecientes experiencias actuales de formación permanente han sido la traducción en el campo educativo de los profundos cambios acaecidos en la sociedad total. Estamos muy lejos de la sociedad agraria tradicional y , por lo mismo, estable. La sociedad industrial, por el contrario, es esencialmente móvil, tanto más cuanto más acelerado es su dinamismo y más rápido el ritmo de avance en todas las especialidades de la tecnología. Hoy es preciso formar para la movilidad y el cambio. si de algo nos hemos de admirar es precisamente de que haya perdurado tanto tiempo incontestada la enseñanza de tipo tradicional, apta sólo para una sociedad estático.
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