El Movimiento Obrero español se ha desenvuelto en los últimos años en circunstancias nada favorables a su desarrollo. Por un lado, existe el aparato sindical creado por el régimen con la misión teórica de procurar la «armonía» entre trabajo y capital y la función práctica de encuadramiento y sumisión de los trabajadores, actuando como freno e instrumento de represión. Por otro lado, se ha ido desarrollando, en circunstancias muy difíciles de clandestinidad, a veces extrema, un movimiento sindical que sólo podía ser minoritario y muy ocasionalmente arrastraba a una movilización importante de trabajadores
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados