La localidad murciana de Lorca y la isla canaria de El Hierro nos han recordado durante 2011 que España no está exenta de riesgos sísmicos y volcánicos. Aunque muy lejos de la intensidad con que se manifiestan estos fenómenos telúricos en otras partes del planeta, nuestro país sufre terremotos y erupciones, a veces con graves consecuencias como la pérdida de vidas humanas y daños económicos. La ordenación del territorio y los proyectos de infraestructuras deben tenerlo en cuenta.
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