La inauguración en Venecia del primer teatro operístico público, en 1637, señala el comienzo de una nueva era para el género. La ciudad de los canales dominará el panorama musical durante varios decenios, marcando pautas que imitarán otras ciudades. Sin embargo, hacia finales del siglo XVII, Nápoles coge el relevo de la Serenissima y provoca la gestación del género operístico de mayor trascendencia durante la primera mitad del XVIII: la ópera seria.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados