Eduardo Luque Guerrero, Bashar Barazi
El pasado 14 de abril –fecha próxima, y que sin embargo parece ya lejana- Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña bombardeaban Siria con la pretensión de destruir unas supuestas infraestructuras para la producción de armas químicas, infraestructuras que posteriormente se ha demostrado inexistentes. Después, EEUU rompió el tratado nuclear con Irán. Y tres horas más tarde, Israel dirigía misiles a supuestas bases iraníes –en realidad tropas de Hezbollah. El peligro de intensificación y extensión de la guerra aumenta.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados