Durante la primera parte de este trabajo se analizó la política interior del régimen que Erdogan, paso a paso, ha ido estableciendo a lo largo de esta última década y media.
Un régimen basado en el islamismo que ha convertido una democracia más o menos tutelada por el poder militar y judicial, en un sistema presidencialista y personalista.
En esta segunda parte se va a tratar como ese nuevo régimen ha traído consigo un cambio sustancial en su política exterior, de modo que, si durante las ocho décadas de kemalismo Turquía se mantuvo alejada de su región adyacente de Oriente Medio, en el presente su intención es recuperar y replicar su influencia y poder que entonces llegó a conseguir durante varios siglos en la región.
A su vez, se está alejando de Occidente, lo que le está provocando tensiones con sus socios de la OTAN, y acercando peligrosamente a otros actores, incluso a aquellos con los que siempre ha mantenido una relación turbulenta y violenta, como Rusia.
En definitiva, es el desarrollo de su nueva política exterior, el neootomanismo, la cual es compatible con las bases ideológicas del régimen, y a través de la cual pretende volver a ser un actor relevante en los territorios que en su día pertenecieron al Imperio otomano, a pesar de que ello le suponga romper con las líneas tradicionales que han presidido su acción exterior durante el siglo XX desde que se estableció la República Kemalista en 1923.
During the first part of this work, it has been analyzed the internal politics of the regime that Erdogan, step by step, has been establishing over the last decade and a half. A regime based on Islamism that has turned a democracy more or less supervised by military and judicial power, into a presidential and personalist system.
In this second part it will be discusses how this new regime has brought about a substantial change in its foreign policy, so that if during the eight decades of Kemalism Turkey stayed away from its adjacent region of the Middle East, at present its intention is recover and replicate its influence and power that then it achieved for several centuries in the region.
At the same time, it is moving away from the West, which is causing tension with its NATO allies, and dangerously approaching other actors, even those with whom it has always maintained a turbulent and violent relationship, such as Russia.
Definitely, it is the development of its new foreign policy, the "Neo-Ottomanism" which is compatible with the ideological bases of the regime, and through which it intends to return to be a relevant actor in the territories that once belonged to the Ottoman Empire, in spite of the fact that it supposes to break with the traditional lines that have presided over its external action during the 20th century since the Kemalist Republic was established in 1923.
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