Salvador Muñoz Viñas, Ester Antón García, Sara Ruiz de Diego
La técnica de impresión xerográfica apareció en la década de los sesenta, y se sigue empleando en la actualidad en fotocopias o impresiones láser. Estas impresiones a menudo se conservaron en fundas transparentes de cloruro de polivinilo, o PVC. Con el tiempo, muchas xerografías se han adherido a las fundas de PVC y, en ocasiones, es imposible extraerlas sin arrancar parte de la tinta o sin alterar gravemente la textura original. Este problema se debe a los plastificantes incluidos en el PVC, que pueden migrar hacia las tintas xerográficas, rebajando su temperatura de transición vítrea y haciéndolas pegajosas; por lo tanto, este material debe evitarse a toda costa. Desgraciadamente, para garantizar la buena conservación de las xerografías, no siempre basta con evitar este material, porque los factores implicados en estos fenómenos son extremadamente complejos.
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